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kanaima

Utopía

¿Dónde se habrá quedado la utopía?

Quizás la tiramos junto a los botes de spray cuando huíamos de la policía por los callejones. Puede ser que se quedará vigilando aquella pancarta colgada en la Universidad. Quien sabe si fue el manifestante que se quedó rezagado o el acorralado durante la carga. Es posible que nunca saliera de aquel encierro de protesta. Que nos la dejaramos cuando cerramos el Centro Social.

También es posible que se haya mudado lejos, a otro continente, a crecer o a nacer allá, mirando cuando volver.

Perfección

Alguna vez hemos hablado de la "perfección" del sistema.

Gente convencida de que vive en el mejor de los mundos posibles porque sus deseos de consumo están satisfechos aunque tengan que endeudarse hasta las cejas y firmar con el banco que este podra disponer de sus genitales para cuando lo crea conveniente con tal de conseguir el coche más grande y más potente y simplemente más.

Gente convencida de que no tiene más motivo de queja que el Estatuto de un lugar llamado Cataluña cuando llega triturada del trabajo sin contrato ni medidas de seguridad en el cual puede ser despedido en cualquier momento en el que le digan que bajó la producción o que la empresa se traslada al este para abaratar costes.

Gente convencida de que el peligro del mundo son los movimientos migratorios aunque ni siquiera sepan desde donde se mueven y hacia donde migran pero que son esos extranjeros los que traen la delincuencia y el crimen sin saber que más allá de los barrios de su ciudad hay empresas de su país que ordenan matar a quien pide aumentos salariales o mejoras laborales para no tener que huir de su casa.

De esas cosas hemos hablado varias veces hasta llegar a la nausea.

Deseos

Estaba leyendo algún documento o texto político en el autobus camino de la universidad. No recuerdo cual era.

Entre párrafo y párrafo aprovechaba para mirar por la ventana al mar, estaba brillante, muy brillante por el sol, lo que significaba que en ese momento el Mediterraneo debía de estar realmente frío. Yo me sentía mal: había tenido en los últimos días varias conversaciones con distinta gente que me hablaron de las miserias de su lugares, lugares más allá del mar y más allá de las vallas de alambre de espino de las frontera. Yo veía lo que me contaron ocurrir, y en mi vista yo estaba quieto e impotente.

Miré al resto de pasajeros del bus, quise levantarme y zarandearlos, gritarles que vieran lo que yo estaba viendo, que hicieran algo. Los veía mansos y tranquilos, vivir creyendo ser felices en su propia burbuja y yo quería insultarles y decirles que si ignoraban la mierda que había fuera al final su burbuja se llenaría de esa misma podredumbre que llenaba el resto del mundo. Quise golpearles a todos, uno por uno.

Me quede quieto, mirando por la ventana y, a ratos, leyendo los papeles que llevaba.

Jornada laboral

Miro los rostros que me acompañan el la línea 11 del bus, dirección a El Palo. Hay rasgos de todos los continentes y todos muy parecidos, al menos en los ojos de resignación, el cansancio, el hastío. Tienen esa cara de preso que cumple su condena sin comprenderla del todo. Son casi todos venidos de fuera. Se van bajando frente a supermercados, gasolineras, hoteles...
Son las 6.30 de la mañana.

Apuntes sobre el silencio /2

Al día siguiente me cuenta de toda la gente que conoció y ahora no sabe donde está pero sabe que ya nunca la verá. Amigos, compañeros, profesores. Gente que había hecho tanto y le quedaba tanto por hacer y ya no lo hará. Se los traga la tierra, nomás. No son ni estadística. Me repite una frase que escuchó de una compatriota en Salamanca: En Colombia, los valientes están en los cementerios. Los cobardes estamos aquí. En Colombia, me cuenta, o mueres o callas o te marchas.

Apuntes sobre el silencio

La concí hace poco más de un año. Militó en la JUCO, en Colombia. No solemos hablar de la militancia allá, a veces suelta algún comentario, pocas palabras. Hay muchos problemas, muchos...
Ayer estuvimos hablando en casa de Efra de algo de historia de Colombia, Galán y los comuneros, Gaitán, la Guerra de los Mil Dias que ganaron los consevadores que luego fueron terratenientes y ahora narcos. En la conversación se cuelan los elenos, ella conoció a gente allá: no se donde andarán ahora. Allí la gente desaparece, así.
Me quedé en silencio.

Apuntes sobre la verdad

Zaplana, una de las cabezas visibles de la derecha española, responde a la pregunta ¿Quién dice la verdad en política?: La Verdad la digo yo.
Asqueroso sistema en el que la Verdad, así, con mayusculas, esté en posesión de quien niega el derecho a amarse a los homosexuales, a vivir a los inmigrantes, a manifestarse a los trabajadores, a dudar a los estudiantes, a...

Apuntes sobre la especulación

Recuerdo una vez que David y yo nos perdimos, en la noche, en las faldas de las montañas de El Palo. Era un lugar habitado por la clase alta, grandes casas con perros guardianes y aspecto aséptico. La llamamos, simplemente, La Zona.
Recuerdo que nos paramos en mitad del camino a mirar toda la bahía de Málaga, completamente iluminada. Entonces vimos un cartel que señalaba el mar: Se Vende.

Cánceres

La Costa de Sol, vista desde el aire, debe parecer, supongo, un inmenso órgano devorado por algún tipo de tumor de hormigón. No hay lugar para respirar, hasta el aire se ha vendido. Todo es especulable: playas de propiedad privada, parques convertidos en aparcamientos con carteles en ingles, apartamentos vacíos a la espera de la llegada de los compradores o alquiladores del norte.

En las calles, importantes mafiosos se cruzan dos por tres con turistas de tres al cuarto, de esos que a la vuelta a Londres exhibirán sus trofeos: sombreros mexicanos que, según explicarán, es la prenda más típica de los nativos de las costas andaluzas; banderas españolas con la silueta del toro de Osborne, porque en Málaga todo el mundo aspira a ser torero y no hay quien no tenga algo de ganado.

Los magos más capaces de convertir el dinero del narcotráfico, la trata de blancas o la venta de armas en apartamentos para el turista del norte tienen su residencia en éstas playas, aunque playa es lo que menos queda. Los grupos municipales, es decir, Partido Popular (los especuladores herederos del fascismo), el Grupo Independiente Liberal (los especuladores abiertamente fascistas) y otros grupos independientes (que es como se le llama, en Málaga, a las secciones locales de las mafias urbanas) aplauden hasta despellejarse las manos cada nuevo metro cúbico que la hormigonera roba al monte o a la costa. No hay plan de urbanismo que no trate por todos los medios expulsar a los intrusos: pescadores o pequeños comerciantes que quien sabe cuantas generaciones han vivido a la orilla de las montañas y del mar.

¿Cuántos jóvenes se plantean el vivir durante toda su vida en Málaga? El único empleo posible es en hoteles o restaurantes, sin seguro ni contrato, esperando a la puerta del negocio a que el jefe se digne a elegirte por ese día como asalariado por un sueldo que si no es de hambre es de humillación; o de obrero en la construcción, sin ningún tipo de seguro para la vida, y en donde si caes al vacío serás una estadística, una baja más en la guerra contra el propio suelo que pisamos. ¿Castigo para los que incumplen los convenios de seguridad laboral? En una obra, un trabajador (inmigrante, indocumentado, incontratado) murió en uno de los tantos accidentes laborales. No tenía la más mínima de garantía para su seguridad. No hubo culpables: el muerto, afirmó el capataz, no era un trabajador, era un transeunte que se había colado en una zona indicada como peligrosa por las obras, por lo tanto la responsabilidad era completamente suya. El "transeunte" había caido desde un andamio de diez pisos y llevaba las herramientas a la cintura.

Los empresarios de la construcción son campeones de los reflejos. Nadie podría, por más que lo intentara, colocar en tan pocos tiempo las medidas de seguridad que cinco minutos antes, cuando murió el empleado, no estaban. Mire, señor inspector, todo estaba en regla. Ahora, señor juez, si fuera tan amable de apartar el cadaver para que sigamos trabajando...

Crónica de un mundo nuevo

Caracas, nacimiento de América, se aparece en la noche. Nos rodean los cerros, iluminadas las casas de barro o carton o ladrillos robados. No se ven, a primera vista, caminos para subir hasta ellos. Las casas de los cerros, amontonadas, impresionan. Tan solo destaca, entre todas ellas, una en la que se ve pintado en blanco ¡NO!

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En pocos años una extraña energía se apoderó de toda Venezuela. Nos lo cuenta una indígena, arrugada y encorvada por años y luchas desde los tiempos en los que el poder nos atacaba y nos disparaba. No nos reconocían nuestros derechos. No eramos nada. Tuvimos que juntarnos para defendernos. Y se hicieron socialistas para que su país los escuchara. Vinieron más años de combates y puños en altos, miserias y milagros en cantidad. Y vino el tiempo de la Revolución y las leyes que les defendieron y les dieron acceso a su país: Ahora, por fin, podemos decir que somos indígenas y podemos decir que somos socialistas. Pero más importante es que por fin somos venezolanos.

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El rojo de la franela llama a la solidaridad y a la lucha. En Charallave nos invitan a cervezas y relatos nunca conocidos de los días de vergüenza y gloria del golpe del 2002. Un pueblo a pecho descubierto, armas sacadas de quien sabe donde, enfrentando al pasado y a los asesinos. No volverán, y aquella vieja promesa de los republicanos españoles se vuelve a escuchar en las paredes de Venezuela. No pasarán. Y no pasaron ni volvieron.

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Antes tendran que matarme que negarle a mis hijos su educación y su sanidad como hacían en el pasado. Rostro quemado y tajeado, ojos azules que ven más allá del tiempo de la miseria que ya se está marchando. A sus casi 60 años, nos cuenta, por fin ha acabado el bachiller y el año que viene entrará en la Universidad. Seré ingeniero civil. Y su rostro se llena de un orgullo que no pudo conocer hasta apenas unos años atrás.

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Antes el pobre se paraba encorvado. Ahora se paran firmes. Hubo gente que jamás creyó que conocería su propia letra, su propio nombre. La Revolución ha traido para todos la capacidad de afirmarse a si mismos. Existimos dicen cuando se escriben.

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La oposición, el pasado, no puede negar el proceso de cambio que vive Venezuela. Recurren al insulto o a la descalificación. ¿En que nos beneficia que viejos de 60 años aprendan a escribir sus nombres? dicen quienes negaron que el pueblo tuviese nombre.

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Todo se comparte y se reparte. Poco a poco, paso a paso, se va desterrando el egoismo y la codicia. Incluso la fantasía es de todos. Dicen que los gringos van a construir un hotel en la Luna. ¿Para quien? Solo para los ricos, ya lo verás. Pero nosotros también tenemos el derecho a viajar a la Luna.

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Estas leyes que dan a las cooperativas puesto principal en la industria de Venezuela, que cambian el modo de producción hacia una economía solidaria, ¿Quien las hizo? ¿Qué analista político o financiero, que cuadro político izquierdista? ¿Qué heredero de Lenin o Fidel? Nosotros, me cuenta una joven trabajadora de una cooperativa textil, 25 años de vida, Chavez nos pidió a las cooperativas que escribiesemos, discutieramos y votaramos la ley. Yo escribí esto,y me entrega un librito con la ley que los trabajadores redactaron.

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Éste pueblo que ahora nace y recien comienza a andar no va a permitir que vuelvan los que les negaron el futuro. El futuro es suyo, conquistado a base de golpes y luchas. En Venezuela hablan de la Revolución como habla la madre del hijo recién nacido.

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La miseria ya es incapaz de retornar a esta tierra. Por más que la manchen de sangre, el pueblo defiende su conquista. Veo a una joven, 17 años, escoltada por cuatro guardaespaldas y varios policías. Los escualidos la odian, me dicen, en los días antes del golpe, tres militares pasaron información al gobierno. A los tres los mataron, y a dos de sus novias. Ella se salvo, pero no la han perdonado.

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¿En quien se inspira esta Revolución? ¿En Cuba o en Nicaragua? ¿En la antigua Unión Soviética o en China? Esta Revolución se inspira y nace y crece en Venezuela, en nadie más. Verdadera hija de los venezolanos que luchando crean y resisten el ataque reaccionario. Para mi, la Revolución es lo que ha hecho que mi madre vuelva a ver, me cuenta una niña.

La araña

Teníamos posibilidades de ganar las elecciones, me comenta, así que nos ilegalizaron.
Mueve muy rápido las manos, ¿gesticulación propia de alguien acostumbrado a mítines como representante de un partido al borde de la victoria o deseos de esconder las marcas de las torturas?
Francia dice que es una democracia. El presidente dice que es una democracia, pero nos ilegalizan
Se rie mucho y me desconcierta su capacidad para encontrar la risa mientras cuenta la historia de su país
Camerún funciona como protectorado de Francia, y Francia tiene el monopolio de las exportaciones de Camerún.
En el noticiero, dicen que Francia representa el contrapunto humano y pacífico a la política exterior de EE.UU.
Por eso Francia apoya al presidente y le manda armas. Francia manda en África y por eso invade allí países como Centroáfrica.
Me habla de los campesinos y los pescadores de su país.
Mi mujer también milita, pero ella no pudo salir de allí. Cuando pueda, quiero que venga acá, a España.
Me muestra el símbolo del Partido Comunista de Camerún: una araña que teje su tela constantemente, por más veces que se la destruyan los bichos más grandes que ella.

Qué trajeron los inmigrantes

Una canción para la sobrina,
una casa que no acaba de construirse nunca,
un papel que nunca llega,
una pared blanqueada,
un brindis con cerveza,
una mano destruida por la tortura,
un sueño que nunca nos despierta,
unos discos viejos de Argentina,
un baile de Colombia,
unas arepas en el horno,
un sancocho en días de resaca de invierno,
una flauta sonando en la utopía,
un sonido de percusión en una esquina,
una pulsera de caña,
un rostro del Che y otro de Jesucristo, tallados en madera,
una botella de aguardiente,
unos chupitos de tequila,
el resto de cosas que no digo por no palabrear lo sagrado.

La Paz

Hace años le fue concedida una audiencia con el "Papa de la Paz" a un tal Oscar Romero. Éste le explicó como habían matado los militares a un cura que enseñaba el Evangelio en los barrios pobres de San Salvador, lo destrozaron y lo acusaron de guerrillero.
- ¿Acaso no lo era?
Romero le relató los crímenes de la dictadura militar de El Salvador, las violaciones, los asesinatos, las torturas. Como liquidaban a los más pobres, como los mataban de bala o de hambre.
- Usted, señor arzobispo, debe de esforzarse por lograr una mejor relación con el gobierno de su país. Una armonía entre usted y el gobierno salvadoreño es lo más cristiano en estos momentos de crisis.
Romero murio asesinado mientras oficiaba misa.
Al Papa lo llamaron Campeón de los Derechos Humanos.

Algunos años después, miles de nicaragüenses fueron a recibir al mismo Papa, el de la Paz, a Managua. El gobierno sandinista contaba con varios sacerdotes, y cuando éstos le suplicaron una oración por los compatriotas muertos por la guerra que EEUU había desatado en Nicaragua el Papa los maldijo en nombre de Cristo. Y extendiendo el anillo papal les dio a elegir: el Pueblo o Dios.
Muchos sacerdotes fueron asesinados por los ataques de la Contra.
Al Papa lo llamaron Magno.

Mientras pasaba el tiempo, y los salvadoreños morían, y Nicaragua se desangraba, y la miseria crecía en el Este, y el Sida se extendía, y muchos homosexuales seguían sin atreverse a amar, y el hambre seguía siendo un genocidio. Un día al Vaticano llegaron dos cartas: En una, Bush agradecía al Papa sus esfuerzos en la lucha contra el comunismo y en la otra, Aznar destacaba su lucha por las libertades. Pocas horas después el Papa acabó de morir.

Según los noticiarios, ese día no hubo muertos en Iraq, ni muertos en África, ni muertos en Colombia.

Crónica de Málaga

Málaga: 700.000 personas sin nada que hacer. Las playas se llenan de basura y son reclamo turístico. Filas de jóvenes en fila de mañana esperando que el dueño del restaurante le elija para trabajar ese día.
Los carteles animan: 2016: Málaga capital de la cultura. Un estudiante de arte me comenta: así que ese es el surrealismo de Dalí. Se inaugura el museo Picasso para que los turistas se acerquen. Los malagueños no acuden en masa nunca a los museos, quizás si se promocionara el arte cambiaría algo. Pero no. Un periódico local sacó en fasciculos la vida de Picasso en Málaga. Tras cinco número tuvieron que abandonar el tema. No quedaba nada que contar.
Málaga, histórica ciudad de castigo por parte de católicos, franquistas y todo el que haya querido pasar por acá, quiere arrebatarle el puesto de capitalidad cultural al rojo ayuntamiento de Córdoba. La guerra fría no termina en Andalucía y toma tintes patéticos y grotescos.
La guerra caliente tampoco acaba. Las mafias se pelean en las calles de la costa, y ni siquiera tienen ya el encanto, glamour o lo que sea de la mafia siciliana o de los sicarios de Al Capone.
Merdellón es un insulto muy extendido por Málaga. Lo inventaron los invasores franceses para referirse a los malagueños: merde gents, mierda de gente.

Pasajes de la guerra generacional

Antes ésto era nuestro, me recrimina un anciano miembro de la Asociación de Vecinos de El Palo, pero ahora solo hay jóvenes

Democracia

No han votado los asesinados, los que yacen bajo una montaña de escombros en Basora.
No han votado los refugiados, los que solo recuerdan llamas en Bagdad.
No han votado los detenidos, los que no hablan el idioma de los invasores en los interrogatorios.
No han votado los heridos, los que agonizan en el hospital con la metralla en la columna.
No han votado los desaparecidos, los que se marcharon escoltados por los marines.
No han votado los muertos, los que supieron de las armas aliadas.

Definición de globalización

Entre Canarias y África una patera flota con 10 cadáveres. Va a su encuentro un buque llamado "Esperanza del Mar".

Al mismo tiempo dos reyes conversan entre el lujo de un palacio de Tánger. Hablan de construir un tunel que una África con Europa.

Los muertos no se enteran del proyectado tunel.

Los reyes no se enteran de los muertos.

Sobre el miedo

Ocurrió en verano.

En un hospital psiquiátrico se corrió la voz de que se iba a despedir a más de la mitad de las limpiadoras para que una subcontrata se hiciera cargo de la limpieza.

Las limpiadoras no tenían buen sueldo, no tenían medidas de seguridad, algunas habían sido agredidas, ahora iban a ser expulsadas del único medio de vida para ellas y sus familias.

Hablamos con una de las limpadoras para que se organizaran, que protestaran ante la inminente perdida de sus trabajos. Imposible, nos dijo: las limpiadoras no quieren perder su puesto

Mapa de ruta circular

Alguien ve que su familia y su gente muere de hambre y que cuesta distinguir entre muertos y vivos. Comienza a caminar hacia el norte, cruza fronteras como la asistenta malpagada que barre el polvo del piso, se esconde de hombres vestidos de verde, habla como puede con quien no habla su idioma, llega al mar.

Sube a la rotosa barca como el peon que sube al rotoso andamio, cruza el oceano como la botella lanzada al mar con la esperanza de encontrar una playa, y la encuentra. Tiembla de frío como se tiembla en la celda. Sigue caminando.

Comienza a hablar un extraño idioma en una extraña ciudad, a balbuceos al principio y a ruegos despues. Sube al rotoso andamio como quien sube a una rotosa barca. Sueña como quien duerme. Come como quien reza.

Un día unos hombres vestidos de azul le piden una identificación. Lo encierran en una celda. Tiembla de miedo como se tiembla en el mar.

Pasan los días. Vueve a ver que su familia y su gente muere de hambre y que cuesta distinguir entre muertos y vivos.

La duda

Me enseñaron que éstas cosas no ocurren en las democracias y creí que éstas cosas no pasaban en las democracias.

Leí que el periodista Gary Webb denunció que la CIA distrubyó crack y otras drogas en los barrios pobres de Nueva York y otras ciudades para frenar la oleada de protestas que sacudían a las zonas más miseras de EEUU. Me enseñaron que en democracia todos tenían derecho a organizarse y a defender sus derechos.

Leí que el periodista James Hatfield denunció que Bush padre borró los antecedentes penales de Bush hijo para asegurarle su carrera política. Me enseñaron que en democracia todos somos iguales ante la ley.

Leí insultos y ataques contra Gary Webb y James Hatfield. Leí que habían recibido amenazas de muerte. Leí que Gary Webb y James Hatfield fueron encontrados muertos. Leí que se habían suicidado. Leí que no había habido investigación sobre sus muertes. Leí que había dudas de que fueran casos de suicidio. Leí que había quien sospechaba de asesinato. Me enseñaron que en democracia todos tienen derecho a la libre expresión. Me enseñaron que en democracia todos tienen derecho a la vida.

Y comencé a dudar de mis maestros.