La democracia sangrante

Luego volvió el olvido.
Pero RAWA nunca ha callado ante la miseria de la condición de la mujer afgana. Mientras nos anuncian el nacimiento de una nueva democracia estas mujeres alzan la voz contra las bandas terroristas de la Alianza del Norte, aliados de Bush, que no son perseguidos ya que solo asesinan afganos sin molestar a las tropas de la coalición. Denuncian la doble moral occidental, complacida con la invasión de países para lavarse la conciencia, y señalan a los asesinos y violadores que se nos presentan como demócratas en una "Comisión Electoral" nauseabunda por el hedor a muerte que despide: "Sois libres", dicen los invasores ante una montaña de cadáveres.
Estas mujeres demuestran que el silencio eso solo una ilusión en un mundo sacudido por el siniestro tintineo de las monedas en las manos de los enterradores.
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