Lutos
Una tarde nos llamo una compañera. Esta muy agitada. Muy alegre. Nos cito en su casa para la mañana siguiente, y cuando fuimos nos explico con lágrimas de felicidad que había tocado los huesos de su hija. Le había acariciado su cabeza y sus dedos.
Ella por fin puede guardar el luto. Yo, y muchas madres más, aun no podemos. Aun no tenemos los restos de nuestros hijos e hijas.
Lo dijo una de las Madres de la Plaza de Mayo, en Málaga, hace una semana.
5 comentarios
Kanaima -
zenia -
el hombre energia -
Salud y buenos alimentos.
pagana -
adalys -
Saludos,ah, lo olvidaba, gracias por la sinceridad en mi sitio.